- Pedagogía. Enseñar a enseñar. La falacia dice que «no sólo es necesario saber de algo, sino que también es necesario saber enseñarlo». Este principio o axioma casi místico se basa, como el amable lector habrá visto enseguida, en una presuposición no menos axial y mística, y no menos falaz que la anterior: a saber, que todos aquellos que no son pedagogos, no son ni pueden ser nunca buenos profesores.
- Para que exista un pedagogo, para que el pedagogo tenga una razón de ser, es necesario que exista un mal profesor.
- Si no hubiera malos profesores, no habría necesidad de pedagogos. Por lo tanto, para los pedagogos, todos los profesores son, por definición, malos
- Para los pedagogos, los profesores son una pandilla de vagos y de anticuados reaccionarios que «se niegan a cambiar».
- El hecho es que en todos los centros de enseñanza siempre hay personas muy interesadas en la pedagogía, en la metodología de la enseñanza, en los criterios de calificación, en la elaboración de exámenes, etc. Podríamos calificar a estos docentes de verdaderos enamorados de la enseñanza. Tan enamorados están, que en cuanto pueden dejan de dar clases e ingresan en la secta pedagógica: se meten en la Comunidad, en el Ministerio, en el Cervantes, quién sabe dónde. Y ya no vuelven a pisar jamás un aula. Los pedagogos son aquellas personas que, apasionadamente interesadas por la enseñanza, no dan clase jamás.
- En la enseñanza de idiomas, por ejemplo, se ve como una aberración el enseñar «gramática» (¡horror!) y se considera muy anticuado suspender a un alumno sólo porque diga y escriba cosas incorrectas. En confianza, amigo lector, si usted aprendiera una lengua extranjera, ¿no desearía aprender a hablarla correctamente? ¿No desearía escribir sin horribles faltas de ortografía, conjugar los verbos bien y utilizar las preposiciones de la forma adecuada? Los pedagogos no piensan así.
para empezar, la presuposición de que para enseñar se necesita "saber enseñar" es la base de cualquier sistema profesional. para ejercer una profesión, se necesita conocer lo relacionado con esa profesión. es como si un médico tuviese a gala ignorar toda la investigación médica. supongo que el autor, llegado el caso, no tendrá inconveniente en que un médico que no se haya formado en los últimos 30 años le trate de alguna enfermedad grave. o tal vez con un método terapéutico que ya haya sido superado por el avance científico (por ejemplo las muchas operaciones que hoy se realizan con anestesia local y que hace unos años se realizaban con anestesia general). lamentablemente muchos profesores parecen enorgullecerse de no saber nada de aprendizaje, psicología evolutiva, pedagogía. la idea de que para el pedagogo "los profesores son por definición malos", está sacada de la imaginación. en realidad todo el artículo es una falacia "ad hominen". la idea de que para el aprendizaje de un idioma hay que saber gramática, se desmonta por sí sola cuando vemos que la mayoría de niños de 3 años puede hablar en el idioma materno sin haber estudiado una página de gramática. por otra parte sobregeneraliza al afirmar que al no estudiar gramática el alumno escribe con faltas de ortografía. ¡pruebas! ¿dónde están? finalmente, recurre al insulto y a la descalificación. ojalá, ojalá que el autor no aplique esto en la enseñanza.Lo dijo frankie - 16/02/2009 9:31:00
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