(Oye tú, Presidente,) Tengo una pregunta para usted, es el título del programa de rtve. El pasado 28 de enero acudió a él el presidente Zapatero, dos años después de su primera vez, con el tema de la crisis como eje central.
Ya en la edición primera del 2007 resultaba chocante cómo el presidente, ante más de 16 millones de espectadores más los cien ciudadanos presentes en la sala, contravenía sistemáticamente todos los usos de tratamiento de cualquier variedad del español que se tratase; todas nuestras clases teóricas y prácticas sobre las formas de tratamiento en español tiradas por tierra; la fe de nuestros estudiantes en nuestro trabajo, en nuestras explicaciones, moribunda. Nuestra autoestima, nuestro sustento, en serio peligro.
Ya en la edición primera del 2007 resultaba chocante cómo el presidente, ante más de 16 millones de espectadores más los cien ciudadanos presentes en la sala, contravenía sistemáticamente todos los usos de tratamiento de cualquier variedad del español que se tratase; todas nuestras clases teóricas y prácticas sobre las formas de tratamiento en español tiradas por tierra; la fe de nuestros estudiantes en nuestro trabajo, en nuestras explicaciones, moribunda. Nuestra autoestima, nuestro sustento, en serio peligro.
El Presidente, asesorado por filólogos aficionados y enfermeros de la lengua e incluso, quién lo sabe, asesorado por sí mismo, respondía sistemáticamente de tú cuando era tratado de usted. Usted es facha, tú es guay; usted es autoritario, tú es colega. En lugar de resultar cercano, resultaba soberbio, prepotente y altivo. Aunque no creo que hubieran leído tanto, parecía como si se le hubiera aconsejado usar la "semántica de la solidaridad", sin sopesar que el contexto y las cámaras la transformarían en "semántica del poder". Los asesores de Rajoy tomaron buena nota, y al gallego no se le escapó ni un tú; yo diría que, encima, a diferencia del Presidente, él no tuvo que hacer ningún esfuerzo ni impostar.
Para esta edición del programa, sostenella y no enmendalla, los viejos asesores del presidente le volvieron a recomendar lo mismo: usar indiscriminadamente el tú, como prueba de su fe en la alianza de generaciones, economías, civilizaciones, filiaciones y posiciones. Y géneros y números. Pero se hizo un lío, y fue incapaz de mantener coherentemente el tuteo. Si no os dormís con este incentivo profesional, ahí va otra vez. Sólo dos miembros del público le tutearon a él.
Para esta edición del programa, sostenella y no enmendalla, los viejos asesores del presidente le volvieron a recomendar lo mismo: usar indiscriminadamente el tú, como prueba de su fe en la alianza de generaciones, economías, civilizaciones, filiaciones y posiciones. Y géneros y números. Pero se hizo un lío, y fue incapaz de mantener coherentemente el tuteo. Si no os dormís con este incentivo profesional, ahí va otra vez. Sólo dos miembros del público le tutearon a él.
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