CURSO ONLINE GRATUITO PARA NUESTRA AFILIACIÓN
La opinión de la ciudadanía siempre es importante
Y, oh asombro, ¡la militancia!
Me pregunto qué fue del género y del sexo, si ya sólo nos queda lo abstracto
querido guason
Allez ! (Vosotros, ir)
Andiamo! (Nosotros, andar)
Venga (usted, venir)
Vamos (nosotros, ir)
El hecho de que muchas auctoritas manifiesten una actitud negativa hacia Internet, identificando su uso con una pobre utilización de las redes sociales o tachándola de excesiva y narcisista, caótica e inabarcable, frívola y superficial, tiene mucho peso en la opinión que de este asunto nos hacemos los educadores. Cómo vamos a obviar lo que dice gente de la talla intelectual de Chomsky o de Eco o de muchos otros: Internet es el reino del anonimato, nos pone en manos de oscuros poderes, ha dado el altavoz al tonto del pueblo, nos ahoga en una ilusión de conexiones que sin embargo nos aísla y anula nuestro espíritu crítico, moviliza nuestro instinto gregario, esconde sus tesoros entre un montón de basura digital que los hace imposibles de encontrar; no hay jerarquía ni filtrado, de modo que sólo el ruido y el tremendismo permiten llamar la atención y arrastrar a las masas, etc.
Así, hay muchos compañeros que hacen bandera de su posición en contra, entendiendo que poca cosa pueden aportar Internet y sus tecnologías ni a su crecimiento profesional ni al ejercicio concreto de la enseñanza.
En el otro lado, porque “Internet nos hace bellos”, hay quienes practican un cierto coleccionismo de tecnologías y aplicaciones que adoptan de inmediato, presas de una fiebre de innovación más centrada en hacer uso del dispositivo tecnológico en el aula que en explorar sus implicaciones didácticas, pensando que a los estudiantes se les cautiva simplemente con el brillo del dispositivo y que éste en realidad nada cambia en la relación entre los actores y fuerzas del aula en el proceso de enseñanza. Muchos de estos coleccionistas no consideran que la tecnología les pueda aportar gran cosa fuera del aula para su crecimiento profesional.
Pero, entre unos y otros, ¿no nos estaremos perdiendo algo? ¿Acaso no es cierto que, como auguraba Asimov, Internet es una herramienta educativa potentísima que no sólo borra los límites del aula sino también los de los roles tradicionales de la pareja didáctica?
Más allá de este debate teórico, en el taller se propondrán herramientas y usos (para el profesor, para el alumno y para la clase, principalmente la de español como lengua extranjera) útiles en el proceso de enseñanza y aprendizaje, herramientas que incorporan el mundo exterior y amplían las dimensiones del aula, dentro, y que así mismo, cuando suena el timbre, la extienden hacia afuera. Herramientas que permiten al profesor crecer profesionalmente en autonomía y en conexión, en una relación inédita tanto con sus alumnos como con sus colegas.
Aunque Cervantes no hubiera escrito otra cosa que El casamiento engañoso y Coloquio de los perros, seguiría ocupando, sin embargo, sólo por ella, un lugar preeminente en la historia de la narrativa universal, como como el que se les reconoce a obras solas tan ineludibles como la Celestina o el Lazarillo.
Créanme que una afirmación así de rotunda acerca de una obra tan injusta como frecuentemente calificada como menor, de un autor cuya humanidad, empatía y aparente sencillez juegan en contra de su reputación literaria (como si ser un gran escritor llevara aparejados el escándalo, la estridencia, la vanidad y la egolatría) es la mejor Guía de lectura que se me ocurre proponerles.
Quizás sea de ayuda fijarse en algunos aspectos, de todos los que propone esta obra maestra:
- En el manejo de la perspectiva está el secreto de la modernidad en el arte:
- El narrador narrado: narrador y personaje; el narrador como personaje;
- La multiplicidad de narradores poco fiables y la verdad de la historia.
- En el diálogo que en su obra Cervantes establece
- con la Literatura: la reflexión metaliteraria. La relación de la literatura con la historia, con la verdad, con la verosimilitud, con la credulidad, con lo extraordinario. El pacto narrativo: los límites de la tolerancia a la mentira en el seno de la obra literaria. El lugar de la literatura entre verdad, mentira y sueño, entre realidad, ficción y sueño. El papel del narrador y el del lector respecto de la verdad de lo narrado, el no a la omnisciencia, ni siquiera autobiográfica, la libertad del lector y su papel narrativo
- con la Historia de la literatura: la sátira clásica, la literatura de transmigraciones y metamorfosis, los ejemplos medievales, los diálogos filosóficos y humanistas, los géneros narrativos de su época: la novela pastoril, la cortesana, la picaresca…)
- con los temas y tópicos literarios de la Tradición: armas y letras, soldado fanfarrón, figuras satíricas (arbitrista, poeta, morisco, jaifero, autor de comedias, etc.), incluso los nombres propios (Estefanía, Berganza, Cipíón, Peralta, Campuzano)
- En las duplicidades y los juegos de espejos:
- dos novelas que son una y que son tantas como personajes capaces de contar su historia a otros que pueden completarla, mejorarla, discutirla y respectivamente contar la suya
- los protagonistas aparecen siempre en parejas cambiantes: el alférez Campuzano y el Licenciado Peralta; el alférez Campuzano y Estefanía de Caicedo, Cipión y Berganza, el alférez y Berganza y el licenciado y Cipión
- el narrador y su oyente; el narrador y el lector; el lector-narrador
- En sus poderosas metáforas: la vida, como la palabra, entendida como un don milagroso e inexplicable que hay que aprovechar en lo que dure. La vida (la palabra, la historia) como sueño
- En su humor: el burlador burlado, la metafísica perruna, la teología perseguida por la Inquisición,
- En la crítica: la hipocresía como cemento social, la compasión y la debilidad humana. La deshumanización de los humanos, la humanización de los perros, deshumanizándose y humanizándose en el Hospital de la Resurrección
- Y, por supuesto, en el tema cervantino por excelencia: la libertad.